domingo, 17 de abril de 2011
Lejos de muchas pretensiones solías estar, cerca de muchas soledades solías caminar y detenerte en la más mínima y absoluta soledad. Hablar a solas por muchas horas, era tu relajo más admirable y era lo que te encantaba hacer, tanto tuvo que pasar para sacarte de aquel absorto mundo que habías planeado para ti, perfecciones en las impurezas de las cosas te gustaban crear y contemplar, debiste haber conocido desde mucho antes que nada dura en dichas mentiras, aquellos engaños que te contabas por horas no durarían mucho. El problema siempre fue que sucedería si te extraías de aquel mundo de fantasías y maravillas que te habías creado. Nunca entendí la importancia de todo esto y ahora que a la lejanía estas recostada sobre aquel terciopelo rojo, haz logrado lo que querías tu soledad absoluta...
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